Covid-19 y la comunicación virtual.

Las autoridades mexicanas declararon que estamos a dos semanas de entrar a la fase tres de la evolución de la pandemia. Esta fase se caracteriza por el pico en la cantidad de pacientes infectados con el virus SARS-CoV-2 lo que supone un máximo en el contagio de la enfermedad.

Las medidas anunciadas por las autoridades sanitarias de México han sido la suspensión de cualquier tipo de actos masivos y el confinamiento de la población en sus casas, lo anterior para reducir la velocidad del contagio y no provocar el colapso de los servicios de salud.

La pandemia seguirá su curso natural y su impacto social dependerá de la presencia humana expuesta al contagio. La cantidad de personas que fallezcan estará en función de factores como: la edad, las condiciones de salud previa al contagio, la capacidad para el cuidado y recuperación; pero sin duda, se incrementarán los decesos a causa de la enfermedad, en esto parece que hay poco que hacer que no sea evitar el contagio. Al respecto, lo que en las redes sociales aparece y las estupideces que tirios y troyanos se dicen para insultarse mutuamente, poco tienen que ver con la realidad y menos con lo que debemos hacer para sortear la crisis sanitaria en su conjunto.

La crisis sanitaria tiene su lado complementario: la crisis económica. La fase económica de la crisis la llamaré fase cuatro y ha comenzado lentamente al mismo tiempo que las fases sanitarias: primero con el cierre de pequeñas empresas porque quienes las atienden son de la misma familia y están en cuarentena; segundo, se han reducido las ventas porque la gente que compra también está en cuarentena o no tiene ingresos, por lo que el índice de precios al consumidor se desplomó y se recupera lentamente; tercero, se comenzará a notar la falta de suministros como ya se ha visto en el caso de los productos, sobre todo electrónicos, que venían de China, el problema será cuando esta falta de suministros sean alimentarios.

La agricultura, sobre todo la agroindustria de los Estados Unidos es importante para nosotros, porque no somos autosuficientes en la alimentación; este sector no tardará en mostrar una baja en su producción que afectará el suministro de maíz, frijol y otros productos.

En función de lo anterior, las medidas para combatir la fase cuatro son apenas un esbozo o al menos esa impresión da porque no informan bien acerca de lo que el gobierno hará. Por su parte, los empresarios piden rescate, como siempre, el gobierno mexicano ofrece un equilibrio dándole prioridad a los pobres (en el discurso eso suena bien, pero en la práctica deja que desear), mientras, los jodidos sobreviven en la calle exponiéndose al contagio, en tanto una parte de la clase media está refugiada en casa aterrorizada.

En una entrega posterior comentaremos las políticas públicas para la cuarta fase de la crisis; por lo pronto me referiré a lo que para mí es un tema crucial: ¿Cómo actuar colectivamente para superar la crisis en todas sus fases?

En un artículo anterior me referí la necesidad de mantenernos bien informados consultando a las fuentes originales, esa acción debe complementarse con una adecuada comunicación entre nosotros, la gente común, las personas de a pié. Sería irresponsable recomendar reuniones físicas para tomar decisiones, cuando estamos a dos semanas de entrar a la fase tres de la crisis. En mi opinión, para superar el problema del riesgo del contagio, sin perder la comunicación es usar las redes sociales de otro modo. En efecto, el uso frívolo de las redes sociales debe abandonarse para emplearlas de manera política en el mejor sentido de la palabra, es decir, para que la comunidad se organice y actúe.

Pondré el ejemplo de Facebook que tan mala fama y peor uso tiene. Facebook tiene una sección de «Respuesta ante emergencias», como puede verse en la imagen:

Para acceder a esta sección tiene que entrar al inicio de Facebook, debe darle click a la imagen de la casita. Del lado izquierdo le aparecerán una serie de opciones, una de ellas es la de Respuesta ante emergencias.

Aunque en la opción predominan los desastres naturales, hay referencias a desastres antrópicos, es decir causados por humanos, como puede verse en la captura de pantalla siguiente:

En una situación considerada catastrófica, Facebook no sólo describe el evento, también tiene una opción llamada «Ofrecimientos de ayuda» que está justo debajo de la descripción. En esta sección las personas pueden ofrecer ayuda o solicitar ayuda, también se puede buscar a una persona determinada poniendo su nombre de usuario en Facebook, después una como y el lugar (ciudad o población) donde ocurre el desastre. La página se ve así:

Con estos ejemplos, espero que puedan ustedes aprender más sobre el uso de esta opción de Facebook y la utilicen en el momento adecuado. Esta opción sería más potente si las autoridades de protección civil coordinaran el uso de esta página, pero así como están las cosas, quién sabe.

En otro artículo les comentaré del contexto político y las micro-movilizaciones ciudadanas que pueden ponerse en práctica, así como las políticas públicas que debemos exigir ante la crisis.

Crisis e información.Lo que el covid 19 nos obliga a hacer.

Estamos viviendo una situación inédita para la humanidad. Un virus de aparente baja mortalidad tiene el efecto de saturar los servicios sanitarios y obligar a los gobiernos a tomar decisiones de vida o muerte, o bien a sacrificar sus economías por el efecto de las medidas de aislamiento que al parecer requiere la epidemiología de la enfermedad.

Los rumores difundidos a través de las redes sociales y las falsas noticias, saturan el ambiente y llenan de miedo a la población que está desconcertada, y el desconcierto es algo que no podemos permitirnos. ¡Estamos obligados a informarnos!

En la actual situación, nacional y mundial, no se hacen análisis colectivos sobre lo que podemos hacer, por ejemplo, podría haber diálogos virtuales públicos entre representantes de las academias, los sectores de la población, representantes de regiones, de estados, de municipios, etc., en donde la población, y no sólo los gobiernos, recomienden qué hacer; en cambio, sólo se imponen medidas de manera unilateral, de arriba hacia abajo, bajo la premisa de que no hay otra cosa que hacer.

Por lo pronto lo factible es mantenernos informados, es decir, enterarse de primera mano de lo que intelectuales y políticos de otros países opinan o informan; sobre todo los de Asia, porque son de los que menos sabemos en nuestra región y al parecer la lucha entre Estados Unidos, China y Rusia, definen una tensión entre Oriente y Occidente.

Es por tanto importante escuchar la opinión directa de estadounidenses, latinoamericanos, europeos, rusos, iraníes, etc., para hacerse una idea clara de lo que sucede y se hace en esos países.

Antes la educación humanista se caracterizaba, y distinguía de otras formas de educación, porque formaba personas capaces de comunicarse con individuos de otras culturas; hoy la tecnología hace esto posible sin el esfuerzo de aprender otros idiomas; jamás la humanidad tuvo antes esta oportunidad.

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Yo uso el navegador Chrome de google y lo he configurado de modo que traduzca los idiomas que desconozco, que son muchos, y puedo enterarme de lo que se dice en otras partes del mundo.

Es muy fácil configurar el navegador Chrome para que traduzca para usted: sólo tiene que ir a la parte superior derecha del navegador donde aparecen tres puntitos verticales e ir a configuración y después a configuración avanzada. Una vez allí debe seleccionar Idiomas y allí seleccionar Idioma , en seguida se desplegará la opción de seleccionar todos los idiomas del mundo en los que usted desee la traducción; acto seguido sólo tiene que activar el botón «Preguntarme si quiero traducir páginas que no estén en un idioma que puedo leer», active el botón después de cargar todos los idiomas que desee y listo, Chrome lo ha «convertido» en políglota.

Yo he «leído» en chino, en árabe, en persa, ruso, etc., y me he podido enterar de lo que en esos países se dice, sobre todo porque EE.UU. acusa a China de espionaje para inducir una pandemia. Ahora podrán leer lo que dicen los chinos al respecto. Hagan el intento si están en cuarentena, igual si no lo están; es necesario informarse con seriedad y responsabilidad y dejarse de los dimes y diretes del Twitter o Facebook, mismos que podrían ser de utilidad para otras cosas, pero de las cuales comentaré en otra entrega.